
Alfonso López Quintás
La verdadera libertad –la libertad interior o creativa– no se reduce a la “libertad de maniobra”, la capacidad de liberarse de trabas externas y satisfacer, en cada momento, las propias apetencias. Consiste en distanciarse de las pulsiones instintivas y elegir la actividad que más contribuya a realizar el verdadero ideal de nuestra vida. Esta forma de libertad es tanto más elevada cuanto más superamos el apego a nuestros intereses y nos entusiasmamos con el ideal de la unidad.
