
Inmaculada C.B. y J. Antonio G.P.
Esta tesina gira en torno a los Métodos de Reconocimiento de la Fertilidad Conyugal (MRFC). Su vivencia, en un marco de paternidad responsable, produce muchos beneficios en el matrimonio, encarnándose lo que la Iglesia ha transmitido en su magisterio sobre la Familia. Más que unas técnicas, estos métodos implican una forma concreta de afrontar la vida y la sexualidad, partiendo del reconocimiento del cuerpo integrado en la persona y al servicio del amor.
Los MRFC permiten, al reconocer diversos síntomas corporales, discernir cuál es el periodo fértil de la mujer, conocimiento útil para concebir o no, manteniendo o no relaciones sexuales en este periodo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce estos métodos, siendo los más eficaces el sintotérmico de doble control y el Billings. También existen otros métodos, básicamente variantes de aquellos dos, y aparatos electrónicos especializados.
Con el término Pedagogía del Cuerpo nos referimos a cómo el cuerpo nos habla de que somos un don de Dios y cómo a través de nuestro cuerpo aprendemos a amar y a ser amados. El cuerpo nos habla de quienes somos y de cómo estamos hechos. Todo lo que pensamos y vivimos se experimenta a través del cuerpo.
Somos un don de Dios porque experimentamos que nuestra vida nos la ha regalado Otro. Hacemos experiencia en el cuerpo de que nuestra vida no depende de nosotros: nuestro corazón palpita sin nuestro consentimiento, nadie nos ha pedido permiso para nacer en este momento y lugar, desconocemos cuándo moriremos, etc. No estamos aquí por casualidad, porque si calculásemos la probabilidad de que se junten un determinado espermatozoide de los 50 millones diferentes que depositó nuestro padre en las entrañas de nuestra madre, y añadimos la probabilidad de que se fecunde un determinado óvulo de entre todos los disponibles que tendría nuestra madre, sería muchísimo más probable que nos toque el primer premio de la lotería. Este misterio nos hace pensar que nuestra vida es un don, un regalo (y los dones se agradecen, se celebran y se cuidan). El cuerpo, en definitiva, nos remite a Otro.
